El Trofeo Legendario de Altanería tiene, un año más, como escenario un coto en las proximidades de La Aldehuela, en Zorita de la Frontera, donde este fin de semana se dan cita los mejores halcones de esta modalidad de cetrería así como numerosos aficionados llegados prácticamente de toda España y de otros países como Italia, Alemania o Bélgica.
A lo largo de la jornada los halconeros, en esta ocasión todos hombres, han ido pasando por la zona de vuelo con sus ejemplares de peregrinos (machos o hembras) y algunos de ellos sorprendiendo gratamente a los espectadores con espectaculares «picados» en sus lances con palomas. Las nuevas tecnologías con aplicaciones para teléfonos móviles han permitido, también, seguir en todo momento las cotas de altura que han ido marcando los halcones dentro de este grupo de grandes pájaros en Altanería.
El Trofeo Legendario de Altanería es una prueba innovadora en la que se mezclan los tradicionales vuelos de campeonato sobre paloma con una final sobre caza real. En la semifinal la organización obliga a los participantes no solamente a que el halcón vuele sobre ellos estando estático sino que tienen que hacer un recorrido desde un punto A un punto B donde se les suelta la paloma. «Este recorrido lo que implica es que la prueba se complica, se hace mucho más difícil. Otra diferencia fundamental con el resto de campeonatos es que se ha realizado una selección previa de los halcones. Todos los halcones que han venido a Zorita de la Frontera están contrastados en caza y en competición y les avala, tanto a halcones como halconeros, el reconocimiento del colectivo a nivel nacional e incluso internacional. Podemos decir sin duda que este tipo de prueba es la primera vez que se realiza y que tiene un nivel de expectación altísimo», explica Fran Rodero, cetrero zoriteño y organizador del evento.
A lo largo de esta tarde, una vez realizada la valoración de los jueces sobre los 22 halcones participantes, se darán a conocer los cinco pájaros que disputarán mañana la gran final en este mismo coto.
