Las letras gigantes con el nombre de cada ciudad o cada pueblo están cada vez más de moda y sirven, además, como reclamo turístico en redes sociales. Visitar una localidad y hacerse la foto con el letrero se ha convertido ya en una costumbre y Peñaranda acaba de estrenar el suyo aunque con más pena que gloria a la vista del resultado que puede verse en estos momentos. El lugar elegido para el letrero «low cost» ha sido el seto que cubre la valla perimetral en los depósitos del campo de San Francisco y que se encuentra junto a la estación de autobuses y frente al centro de salud, en uno de los lugares de mayor tránsito peatonal del municipio. El interrogante que se plantea ahora es si el mural con el nombre de «Peñaranda» ya está acabado o queda aún por rematar y todo ello sobre un zócalo que lleva años sin pintarse.
No se trata de prohibir los espectáculos taurinos, se trata de fomentarlos. Tenemos la mejor plaza de toros de la provincia y esta totalmente desaprovechada. Hay que mantenerla, lo que supone un gasto importante para el ayuntamiento que somos todos. Pongamosla en buenas manos que sepan organizar buenos festejos, traer figuras y emergentes y buenas ganaderias que hay muchas en la provincia.
Lo que es una pena es tener lo que tenemos y no saber sacarle partido por culpa de ideologías estúpidas