Finalizados los actos religiosos de la mañana en honor del Santo Cristo de la Custodia, vecinos y visitantes de Villar de Gallimazo han disfrutado de una comida de confraternidad en la que el arroz ha sido el ingrediente principal pero cambiando la tradicional paella de los últimos años por un suculento arroz a la zamorana.
El cocinero David Garrido y su equipo han sido los encargados de elaborar el guiso desde media mañana que a partir de las 15:00 horas han repartido entre más de 200 comensales. Patios y cocheras y la zona del bar, junto a la plaza, han sido los lugares en los que los vecinos han buscado la sombra para disfrutar de este rato de confraternidad.