Nada menos que 31 ediciones suma ya la tradicional marcha solidaria de Las Villas, eje central de la campaña en la que cada año se vuelcan los pueblos de la zona para ayudar a los más desfavorecidos del planeta. En una mañana más bien fresquita aunque las nubes han respetado, por suerte, a los caminantes la salida se ha producido a las 10:00 horas desde la plaza Mayor de Babilafuente, con llegada a Villoruela una hora después y pasando por Villoria a las 11:30 horas rumbo a Moríñigo. En torno a las 12:30 horas han ido llegando los participantes en la marcha hasta la plaza de Babilafuente donde el grupo de colaboradoras en la campaña solidaria ha sido el encargado de leer el manifiesto solidario.
Manoli González ha puesto voz al manifiesto en el balcón del Ayuntamiento aludiendo a la controvertida decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quitar las ayudas a los países pobres o en vías de desarrollo y como todo ello va a repercutir directamente en millones de seres humanos que viven en la pobreza extrema.
Este año las aportaciones de los vecinos de Las Villas permitirán contribuir a un primer proyecto liderado por la ONG Acción Verapaz para la compra de diez depósitos de agua para una zona rural de Haití, quizás el país más pobre de la tierra. El segundo de los proyectos es la ayuda a los gastos anuales de la casa Ranquines para enfermos mentales y en situación de necesidad que gestiona Cáritas Salamanca y se colaborará, también, con el proyecto de Manos Unidas en la diócesis.
El reparto de perronillas elaboradas artesanalmente en los últimos días ha marcado el fin de la marcha y el regreso a las localidades de origen donde a mediodía se han celebrado comidas solidarias y operaciones bocata.
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