Desde hoy el histórico campanario de la iglesia convento de las Madres Carmelitas de Peñaranda permanece vacío y durante un tiempo no se escucharán los tradicionales toques que anuncian las misas y otras oraciones de las religiosas. Una grúa de grandes dimensiones, instalada en la calle Nuestra Señora, ha facilitado el acceso de los operarios de una empresa especializada para descolgar y bajar las dos campanas y someterlas a un proceso para instalar en ellas un nuevo sistema de volteo automático. «Tendrá un sonido prácticamente igual al que había con el volteo manual característico de la orden del Carmelo», ha comentado el responsable de la empresa cacereña Rivera, que llevará a cabo esta intervención.
La primera campana en pisar tierra ha sido «Santa María Magdalena», fechada en el año 1901, y con dos ángeles flanqueando una custodia entre otros motivos ornamentales. A continuación, la grúa ha bajado la segunda campana, de mayor tamaño y fundida en el año 1974, de mayores dimensiones que la primera y con una inscripción que atestigua dicha fundición siendo priora del convento la madre María Dolores del Niño Jesús.
La misma empresa retirará, también, en la mañana de hoy las campanas del convento carmelita de Mancera de Abajo.