Peñaranda ha puesto el broche final a su Semana Santa con la tradicional procesión del Resucitado, uno de los momentos más simbólicos y esperados del calendario cofrade local. El desfile organizado por la Hermandad de Cofradías, junto con las cofradías de la Preciosa Sangre y la Soledad, ha vuelto a reunir a numerosos vecinos y visitantes a pesar de las bajas temperaturas que han acompañado estos días festivos.
Desde la iglesia parroquial ha partido el paso de Jesús Resucitado, acompañado por las cofradías del Santo Cristo del Humilladero y del Santísimo Cristo de la Cama, así como por los niños que representaban al arcángel San Miguel y a la Magdalena. La agrupación musical Cristo Yacente de Salamanca ha interpretado el himno nacional a la salida del paso.
Poco después salía la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, acompañada por la Verónica, encarnada por Carla González, y conducido por las cofradías de Nuestra Señora de la Esperanza, Jesús Nazareno, Vera Cruz y Jesús Amigo de los Niños. La banda de la Hermandad de Cofradías ha acompañado a la virgen durante el desfile. Autoridades locales y representantes de distintas cofradías también han formado parte de la comitiva.
Ambos pasos han recorrido las calles de Peñaranda hasta encontrarse en la plaza de la Constitución. Allí, cientos de personas esperaban el encuentro entre las imágenes. Guillermo Flores Ontiyuelo, en el papel del arcángel San Miguel, ha proclamado con su verso la resurrección de Cristo ante la Virgen, a la que ha retirado el manto negro como seña de la resurrección de Cristo. Como es tradición, los cofrades se han quitado el capuchón, marcando así el fin de la penitencia.
Tras el encuentro, la comitiva ha continuado hasta el templo parroquial, donde se ha celebrado la eucaristía. En el último tramo del recorrido también ha tenido lugar el cambio de varas y el nombramiento de los nuevos mayordomos de la Virgen de la Soledad.
TEXTO Y FOTOS: JOSÉ GÓMEZ LÓPEZ