El comercio tradicional en Peñaranda vive una de las peores crisis de su historia y el 2025 trae más cierres de negocios, al menos tres, que se suman a la ya imparable sangría. Las plazas y calles aledañas como Carmen, Nuestra Señora, Elisa Muñoz y Félix Mesonero (Bodegones) donde durante siglos se ha concentrado la actividad comercial en la localidad cada vez tienen más locales vacíos y lo que es aún peor, con pocas esperanzas de reabrirse al menos a corto plazo. «Frente a uno que abre cierran tres, los que se jubilan no tienen en más de un 90 por ciento de los casos relevo generacional y la creciente moda de comprar por internet nos hace mucho daño», afirma la propietaria de un comercio situado en el Conjunto Histórico de las plazas.
Hacer frente al alquiler del local, a los gastos de autónomos, luz, telefonía e internet…suponen una auténtica «estocada» cada mes y sobrevivir al invierno se hace aún más complicado. Cierto es que Peñaranda no es un caso único y que otros municipios similares en población viven prácticamente la misma problemática pero la sensación de apatía es creciente como lo demuestra el que las pasadas navidades no hubo ni una sola iniciativa para impulsar el sector y animar las compras, ni por parte del Ayuntamiento ni tampoco por el propio comercio que cuenta con una única asociación, Coaspe.
La despoblación es un factor añadido que pasa factura a esta acuciante crisis ya que los pueblos de la comarca y de zonas vecinas como la Moraña abulense cada vez ven más mermada una población que tenía Peñaranda como referente comercial. La situación requiere, al menos, un análisis detallado y urgente y poner sobre la mesa algunas ideas para «reflotar el barco» antes que no haya posibilidad de salvación.