Después de la tormenta ha llegado la calma y la tarde soleada ha contribuido a que Cantalpino se haya llenado, como se dice popularmente hasta la bandera, en la quinta edición del Toro de San Isidro.
La asociación cultural taurina de la localidad y el Ayuntamiento han organizado un festejo que ha atraído a aficionados de buena parte de la provincia y de otras cercanas como Valladolid y Zamora.
Farruco, de la ganadería de Juan Luis Fraile y con el guarismo 49 y Pandereta, guarismo 52 y del hierro de Valdefresno, han sido los grandes protagonistas del festejo con cientos de espectadores a lo largo del recorrido que ha ido desde la calle Santa María hacia la plaza de España para bajar en dirección al parque municipal donde estaban ubicados los toriles.
Ambos astados se han soltado desde sendos cajones en la calle Santa María y ha destacado, además, la presencia de un buen número de miembros de otras peñas taurinas de la comarca.
Pasadas las 19:00 horas el Toro de San Isidro ha acabado con éxito de público y ningún incidente reseñable y muchos aficionados han optado por seguir la tarde con acento taurino desplazándose hasta Tarazona de Guareña donde ha habido otro festejo similiar, también con dos toros.