Al aire libre aprovechando las calurosas temperaturas de estos días se desarrolló ayer viernes la cena con la que vecinos y amigos de Moríñigo pusieron el broche a tres jornadas de convivencia. La plaza Santos Palomero fue escenario del encuentro con el que, un año más, se fomentó la convivencia entre los que pasan todo el año en el pueblo, los que vuelven en estas fechas estivales y los que visitan Moríñigo para disfrutar de la hospitalidad de sus gentes.