Los vecinos y vecinas de Babilafuente se han reunido esta tarde en el salón multiusos de la localidad para abordar el asunto de la planta de biometano. Esta reunión convocada por iniciativa vecinal ha estado presidida por Felipe Yuste, perteneciente a la confederación de Ecologistas en Acción, que ha expuesto los impactos medioambientales, económicos y sociales que la nueva planta de biometano proyectada en Babilafuente va a provocar en el municipio y en la comarca. Felipe ha querido dejar claro que “esta instalación no es una instalación nueva, es un proyecto de reforma de la planta que ya existe, ya que si no tendría que cumplir una serie de requisitos legales que no va a cumplir”.
Esta nueva planta de biometano pretende convertir residuos orgánicos en biogás, una solución que desde Ecologistas en Acción ven con buenos ojos, pero no de la forma en la que se va a realizar. “El primer requisito que tendrían que cumplir es que la planta tenga autoconsumo, la segunda es la participación ciudadana, que debería ser vinculante, y en tercer lugar, es que haya medidas compensatorias, no sólo medioambientales, sino también económicas para fines sociales para las poblaciones y los territorios afectados” ha explicado Yuste.
Desde Ecologistas en Acción han explicado que esta nueva planta va a tener tres tipos de impactos: medioambientales, socioeconómicos y problemas para la salud. Entre las principales preocupaciones de los vecinos se encuentran el olor y el ruido del tránsito de camiones hacia la planta. “Esta nueva planta de biogás va a hacer que proliferen macro granjas, la mayoría de porcino, porque estas plantas demandan productos de residuos orgánicos y estas granjas lo son” ha añadido Felipe Yuste. Los ruidos asociados al transporte es otro aspecto preocupante, ya que anualmente van a entrar alrededor de unas 800 mil toneladas de producto.
El olor no es sólo el principal problema que ven los vecinos, sino también los residuos que se van a expulsar en el aire. “La nueva planta va a generar ácido sulfhidrico, que a lo largo de los años va a ser muy perjudicial para la salud de todos los vecinos” ha advertido Yuste.
La generación de empleo es uno de los principales objetivos de la empresa promotora, pero según ha explicado Felipe Yuste, “esta planta va a generar únicamente nueve puestos de trabajo, un director de operaciones, un director de laboratorio, un administrativo, dos técnicos de mantenimiento y cuatro palistas”. “Dicen que va a generar numerosos empleos y dinero en el municipio, pero esto no se ve en cifras porque estas cifras lo desmontan” ha recriminado Yuste.
Esta planta de biometano no es la única proyectada en el territorio, la Junta de Castilla y León plantea instalar en la comunidad 63 nuevas plantas. “La Junta de Castilla y León es la que más apuesta por estas iniciativas de biomasa, que sólo se plantean desde el punto de vista de la obtención de beneficios y que repercuten en numerosos problemas medioambientales” denuncian desde Ecologistas en Acción. Actualmente la Junta tiene en trámites el plan de biomasa de Castilla y León, un plan director que, una vez aprobado, todas las actividades relacionadas con este sector van a tener que regirse por este plan. “Es una de las razonas por las que la empresa promotora quiere acelerar la construcción de esta nueva planta, ya que actualmente no se encuentra vigente y menos obstáculos legales tienen saldar para poner en marcha su proyecto” ha explicado Felipe Yuste.
A pesar de las preocupaciones de los vecinos del municipio, Yuste asegura que nada va a paralizar la instalación de esta planta. “Únicamente la presión popular merece la pena, la lucha de conciencia de la gente que ve que sus casas, su aire, los ruidos y sus carreteras se ven atacadas por éstos” ha comentado Yuste a los vecinos de Babilafuente que ya han abierto una recogida de firmas en la plataforma change.org para paralizar la instalación de esta planta de biometano.
TEXTO Y FOTOS: JOSÉ LÓPEZ GÓMEZ