Cantaracillo ha aprovechado el primer fin de semana del mes de mayo para celebrar la VII edición de la matanza típica del cerdo y cerrar, además, el ciclo matancero en la comarca de Peñaranda con decenas de pueblos manteniendo esta tradición. Aguardiente y pastas han acompañado a primera hora de la mañana el chamuscado del marrano y el despiece para, seguidamente, llevar a cabo el análisis veterinario del animal por parte de Fernando Pérez de Gregorio. A media mañana ha llegado la primera degustación matancera con un guiso de hígado y a primera hora de la tarde la comida con un menú a base de patatas con costilla y espinazo, todo ello preparado y repartido con ayuda de varios voluntarios y colaboradores. Ya por la tarde, Marcay ha protagonizado una fiesta rumbera y flamenca con la que se ha llegado a la hora de la cena en la que se han repartido cerca de medio millar de raciones de chichas con huevos fritos y filetes de lomo. A las 22:30 horas está prevista la subasta de las piezas del cerdo que no se degustarán y no faltará desde las 23:30 horas una discomóvil con DJ CIS. Las asociaciones El Calentejo, San José y Paloma de la Paz han sumado fuerzas con el Ayuntamiento cantaracillense para celebrar esta matanza que, un año más, ha sido un éxito.