Un parque del Inestal limpio y preparado para un Lunes de Aguas que se esperaba multitudinario y que el mal tiempo ha dejado desierto ofreciendo unas desoladoras imágenes. Tan sólo unos pocos valientes se han decidido a media tarde a ir paseando hasta el recinto donde no se han visto los habituales grupos merendando con el típico hornazo, ni los juegos infantiles repletos de niños. La amenaza de lluvia, el viento y un acusado descenso de temperaturas han obligado a cambiar los planes y celebrar a cubierto las meriendas con familiares y amigos.