Nada menos que 75 años cumple en este 2024 el juego de las Mecas, una de las tradiciones singulares y únicas de la Semana Santa peñarandina que se celebra cada Viernes Santo por la tarde en la localidad. Una veintena de jugadores han acudido a las 17:00 horas al centro social de la calle Cerrajeros para disfrutar del juego y compartir gratos momentos de confraternidad. La dinámica de las Mecas consiste en que cada jugador lanza en su turno un cubilete con dos dados españoles y se van sumando los puntos para quedarse entre 24, cifra en la que se puede plantar, y no pasar de 31 porque si no perderá y pagará una ronda de limonada para todos. Sumar 32 ó más puntos implica, además, que el resto de jugadores se ponen en pie dirigiéndose al perdedor y le tararean la marcha nupcial entre divertidos gestos para colocar después ante él una vela roja que se enciende al inicio de la sesión y que irá pasando entre los que menos suerte tengan. Se disputan cada año trece partidas, trece rondas, es decir, trece jarras de limonada. La incorporación de mujeres y jóvenes mantiene viva esta singular tradición que nació en el año 1949 cuando en la dictadura de Franco estaba prohibido el juego y es una tradición propia que sólo existe en Peñaranda y que se repite desde entonces. No faltan, tampoco, curiosidades asociadas a las Mecas como un lapicero de grandes dimensiones («Purgante Besoy») que se conserva desde los inicios del juego y que solamente se usa para apuntar las partidas que pierde cada jugador.
FOTOS: JOSÉ GÓMEZ LÓPEZ