La odontóloga peñarandina Carmen Ramos acaba de regresar de Senegal donde ha vivido, sin duda, una de las experiencias más enriquecedoras de su vida colaborando con la ONG Asmun Solidarios por el Mundo y ayudando a la población de este país africano junto a otros profesionales en materia sanitaria. Antes de comenzar esta entrevista, Carmen Ramos quiere agradecer la gran respuesta que ha tenido en Peñaranda su iniciativa de dar a conocer a la ONG Asmun Solidarios por el Mundo «yo he representado allí a toda Peñaranda porque ha aportado muchísima gente, cada uno como ha podido, desde los medios de comunicación que habéis dado voz al proyecto y gracias a vosotros se conoce aquí esta ONG, hasta todos los que acudieron a la cena solidaria o colaboraron con el cubierto cero, todos me querían ayudar, muchas empresas han donado, otras han puesto huchas en sus comercios, la farmacia Castillo donó una caja de cientos de medicamentos que hemos agotado allí entre médicos y dentistas».
-¿ Cómo ha sido esta experiencia?, ¿ha cumplido sus expectativas?
-La verdad que sí, ha cumplido mis expectativas, para mí es un sueño cumplido porque desde que fui a Nicaragua en el año 2010, ahí pude ir más tiempo estuve un mesecito, pero despertó en mí un sentimiento de vivir esas otras cultura, de saber y conocer cómo estaban en los en las partes más desfavorecidas del mundo, es decir, no vivir en una burbuja que vivimos aquí, sino ver otras realidades. Vi esas otras realidades y tenía el sueño de explorar otros países que estuvieran aún más desfavorecidos como era el caso de África. África se metió en mi cabeza desde el 2014, en el 15 me apunté a un proyecto pero no pudo ser porque estaba todo el problema del ébola y lo suspendieron, y luego no he conseguido meter cabeza en ninguna ONG porque las que yo consultaba eran ONGs de dentistas simplemente y deben ir siempre los mismos, o cuando no van los mismos luego enchufan a otros, y no conseguía meter cabeza. Surgió de casualidad, conocí esta ONG pequeñita, Asmun Solidarios por el Mundo, que llevan tres años yendo África y pedían dentistas. Es una ONG que no sólo van dentistas, en realidad va gente que pueda aportar algo, médicos, enfermeros, fisioterapeutas, dentistas, oftalmólogos, ópticos, profesores, constructores…todo el mundo que pueda aportar y hacer millones de cosas por ellos, no solamente en el ámbito de la salud sino darles herramientas para que se valgan ellos mismos sin necesidad que estemos nosotros y se dan clases de cocina, de informática, se está construyendo un colegio.
La experiencia ha sido totalmente enriquecedora porque en el aeropuerto fui sola, íbamos prácticamente todos solos, en pareja o como mucho en grupito de tres y nadie nos conocíamos pero, a la vuelta, somos totalmente familia, nos echamos un montón de menos, hemos hecho una hermandad porque el perfil que va a estos proyectos es un perfil solidario, de empatía, de gente muy sensible y muy concienciada con la causa, que es ayudar a los demás. Quería ir, dar el máximo de mí y lo dí y me vengo con mucho más de lo que me llevé. Vengo con el corazón súper lleno por todos mis compañeros que hemos estado allí juntos y todo el mundo ha dado el máximo y por toda la gente que he conocido allí del pueblo, nos han abierto las puertas de sus casas, de su centro de salud, de sus colegios, de sus mezquitas, de todo para darnos la bienvenida, darnos las gracias, ayudarnos todo lo que han podido. Allí hay un sentido de unión que, realmente, aquí no tenemos tanto y todo eso me lo traigo, el haber aprendido cómo es otra cultura, de haber visto otra realidades, el haber podido ayudar y traerme amigos de África y de aquí de España. Al final no nos podíamos comunicar en el mismo idioma, pero hay un lenguaje universal que es el amor, suena muy cursi decirlo pero es así, allí te abrazabas con la gente, con las miradas, con los gestos conseguías hacer una amistad y es súper bonito. La ONG, como es pequeñita, también ha cumplido mis expectativas en cuanto a transparencia, justificar todos los gastos, todo el dinero donde ha ido y en qué se está utilizando. Todas las mañanas hacíamos una reunión para ver qué es lo que has hecho, que has utilizado, que vas a necesitar, previsión de gastos y transparencia, había mucha transparencia.
-¿Cuál ha sido su labor allí?
-Mi labor allí ha sido hacer odontología un poquito básica, porque realmente no teníamos todas las herramientas y comodidades que tenemos aquí. Los medios de los que disponíamos allí no son ni un cuarto de las comodidades que tenemos aquí, en nuestras clínicas, pero te adaptas a lo que tienes. Los primeros días me costaba muchísimo porque soy muy organizada, con historias clínicas, mi orden, mi instrumental…y allí me frustraba pero cuando pasan las horas y los días te acostumbras a vivir como ellos, a optimizar los recursos y vivir y subsistir con lo que tienes y valoras todo lo que tienes. Con poco puedes hacer mucho, hemos atendido a casi 500 pacientes y casi 1.000 actos clínicos entre extracciones, operaciones y endodoncias, los cinco dentistas que fuimos. Allí nos ayudaba gente que no era sanitaria pero los formamos rapidísimamente y fueron unas máquinas. Nos dejamos la piel en atender pacientes, la sensación es como un fontanero que no puede arreglar la llave de paso, no dejaban de venir pacientes, abrían la boca y la tenían totalmente destrozada y decías por dónde empiezo. No hay prevención, no pueden acceder a un cepillo de dientes ni pasta dental y les llevamos pero cuánto les va a durar o igual lo venden para obtener comida. La alimentación allí es muy básica, es arroz, hidratos de carbono que son muy carogénicos, sientes que siempre va a haber patología y no puedes hacer una educación sanitaria ni una prevención como puedes hacer aquí. En ese sentido te sientes un poco frustrado porque piensas mi labor ha servido para algo, pues no lo sé. Todo el mundo deberíamos ir allí para ayudar a cambiar realmente de raíz todo aquello y que puedan vivir mejor, tener acceso a la prevención y tener acceso a muchas cosas que no tienen, entonces sufres porque ves que hay gente que vas a dejar sin atender, sufres porque ves que realmente no vas a cambiar mucho. Yo he llorado allí todos los días, sigo haciéndolo porque sí he ayudado, pero realmente habría que hacer entre todos más cosas por la gente de allí.
-¿Qué recuerdo o anécdota le queda grabado de estos días?
-Había una niña que, día tras día, me iba a ver al centro de salud, no sé cómo conseguiría colarse porque allí había tortas para entrar, había colas enormes de gente que iba desde las 4 de la mañana o días anteriores para que le trataran los médicos o cualquier especialista, y ella conseguía, se apoyaba en la ventana porque nuestra consultaba daba un patio y todos los días la saludaba, le daba pegatinas, la veía todos los días. Un día paseando por allí, por el pueblo, sentí total seguridad a pesar de que había revueltas por las elecciones, cortaron comunicaciones y demás, pero la gente es amable, no se metía con nosotros para nada, y en uno de esos paseos que dábamos al final de la consulta para ver y estar con ellos, sin querer di con la puerta de la casa de esta niña, pasé, estuve con ella y con su hermano que era modisto y nos hizo un traje senegalés. Hice una pequeña conexión especial con esta niña, nos hicieron una fiesta despedida del colegio y ella vino también a conseguir despedirse de mí, nos dimos un abrazo ahí cuando me subí al autobús. Me gustaría si el año que viene vuelvo, que sí quiero repetir, buscarla y poder entablar una relación que nos permita tener conexiones de España y Senegal y poder ayudarla de alguna manera.
-¿Deseando ya volver, no?
-Sí que me gustaría repetir y estoy deseando ir por eso, para para toda esa gente que dejas allí saber qué ha pasado con ellos, queremos llevar más equipos, más material protésicos para que reparen todas aquellas extracciones que nosotros hemos sacado para que les repongan esas piezas y que este proyecto sea más grande, poder hacer más prevención y poder llegar a más gente. Y aquí en España concienciar a mucha gente para que nos ayude en este proyecto y para que todos sepamos la realidad de allí y hagamos algo por cambiarlo, ya imagino que a nivel ya más arriba.