Coca de Alba ha vivido, también, un intenso fin de semana carnavalero con una gran fiesta de disfraces que reunió este sábado a niños y mayores y que incluyó una chocolatada y un regalo para los más pequeños.
Como es tradición en la localidad, niños y niñas cumplieron la tradición de «pedir el duro de Carnaval» por las casas del pueblo y entregar un pequeño detalle a todas las personas que quisieran colaborar con ellos. La petición del duro se remonta, como su propio nombre indica, a la época de las pesetas como moneda legal de curso y ahora recaudaron monedas y billetes en euros. Precisamente el dinero logrado se destinará a una merienda con los niños para que puedan volver a reunirse y disfrutar de un nuevo rato de convivencia.
La tarde, que se prolongó hasta la noche, finalizó con una merienda colaborativa en la que cada uno llevó algo de comida para compartir con los demás y tampoco faltó la música carnavalera y animada para bailar.