Una persecución auténticamente de película pero muy real y que pudo desencadenar una tragedia, así se vivió este jueves en Peñaranda el final de la huida protagonizada por el conductor de un turismo que incluso circuló varios kilómetros en sentido contrario por la autovía A-50. Aunque prácticamente no ha trascendido ningún detalle más del suceso, salvo lo que los testigos presenciaron, las primeras hipótesis apuntan a que el citado conductor quiso evitar uno de los controles que la Guardia Civil había montado precisamente en la A-50 por la celebración esa misma noche en Salamanca de la Nochevieja Universitaria. En ese momento decidió dar la vuelta en la autovía e ir por sentido contrario, algo que también ratifican otros conductores que se encontraron con el kamikaze, e iniciar una fuga que continuó por carreteras secundarias perseguido por varias patrullas de la Guardia Civil. El coche, un Renault Clio, entró a gran velocidad en Peñaranda por la carretera de Mancera donde una patrulla de la Policía Local ya acudió también a dar apoyo a la Benemérita y allí pudo ser finalmente interceptado a escasos metros del cuartel. El conductor, reducido en el suelo para ser esposado, fue trasladado a pie hasta el acuartelamiento donde uno de los agentes también introdujo el turismo para su registro con ayuda de la unidad canina de la Guardia Civil que también acudió esa misma tarde hasta Peñaranda. El coche se encuentra actualmente estacionado en la carretera de Mancera, con un fuerte golpe en la parte trasera, y en su interior con pruebas de la exhaustiva inspección que realizó la Guardia Civil posiblemente en busca de alguna sustancia estupefaciente. El hombre fue detenido el jueves y la Guardia Civil ha instruido diligencias.