Como viene siendo ya tradicional en los últimos años varias de las imágenes marianas de culto que hay en Peñaranda visten de luto con motivo del inminente comienzo del mes de noviembre, dedicado a los fieles difuntos.
En el caso de Nuestra Señora de la Esperanza, que se venera durante todo el año en la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, su vestidor José Ángel Nava la ha ataviado con manto y saya en terciopelo negro, un tocado de tablas y un pañuelo bordado, ambos en tul marfil. La Virgen porta, además, un rosario de plata con cuentas de bellota y un broche en el pecho de plata y perla. La cofradía de la Esperanza ha elegido en esta ocasión el luto riguroso para su Virgen tras el reciente fallecimiento del contraguía de su paso de palio, Rafael Delgado.
En la ermita del Cristo del Humilladero, en el barrio de Chamberí, Nuestra Señora de las Lágrimas también luce ya manto y saya brocados en color negro, fajín dorado y porta una rosa, también, dorada en una de sus manos y en la otra, un rosario.