Las misas del domingo en Alaraz y Macotera se vivieron esta semana con especial emoción por la despedida al que ha sido su párroco en los últimos años, Fernando García, y que a partir de ahora ejercerá su labor pastoral en la parroquia de Jesús Obrero en Salamanca capital. A pesar de la recogida de firmas que varios de estos pueblos han llevado a cabo en las últimas semanas para pedir al Obispado que paralizase el traslado de Fernando García, la decisión ha sido inamovible. La conexión que ha logrado el joven sacerdote con sus pueblos ha sido indudable y quedó demostrado en el cariño que niños, jóvenes y adultos le brindaron en este adiós aunque Fernando García seguirá vinculado a la comarca peñarandina ya que es natural de Mancera de Abajo. García tuvo palabras de gratitud para sus fieles, a los que ha acompañado estos años en el camino de la fe y de los que se lleva un grato e inolvidable recuerdo de su paso por estos pueblos.