Con una puntualidad británica llegó ayer a la Reja la comitiva que acompañaba a la Virgen del Hinojal desde su ermita hasta el pueblo de Paradinas de San Juan donde ya la esperaban cientos de vecinos. Una procesión con antorchas encendidas y decenas de vecinos de todas las edades portando flores en sus manos acompañaron a la imagen hasta la plaza donde se desarrolló el acto del recibimiento a la patrona paradinense. Música e iluminación ayudaron a crear un clima de recogimiento y oración en medio del que se celebró en primer lugar la ofrenda floral. Nuestra Señora del Hinojal, ya en el altar junto a la iglesia parroquial, recibió cientos de flores blancas que se fueron colocando a sus pies como símbolo de devoción popular.
Las buenas temperaturas de la noche propiciaron, además, una masiva afluencia de público que ocupó las sillas repartidas por toda la plaza mientras los más pequeños se sentaron en el suelo en la zona más próxima a la Virgen. Hasta el sábado, Nuestra Señora del Hinojal permanecerá en el pueblo y ese día emprenderá camino de vuelta en la tradicional romería del último sábado de agosto para concluir con una misa en el exterior de la ermita.