Las últimas lluvias, el calor y la floración son el «cóctel» ideal para la proliferación de los enjambres de abejas cuya presencia en los núcleos urbanos se está multiplicando en las últimas dos semanas. Los Bomberos de Peñaranda han recibido casi una decena de avisos, el último hoy en Tarazona de Guareña donde su alcalde, José Luis Barajas, ha alertado de la existencia de un enjambre en la chimenea de una vivienda y también otro en un árbol. Una dotación del parque peñarandino con el camión escala se ha desplazado hasta la localidad tarazonera provistos de los trajes especiales y de las cajas en las que se recoge el enjambre para normalmente entregarlo a algún apicultor.
El peine de una cosechadora, un sillón colgante de jardín, un carrete de fibra óptica o la puerta de la iglesia parroquial de Cantalapiedra son solamente algunos de los lugares en los que los bomberos han retirado los enjambres de abejas en los últimos días.