Los actos religiosos en honor de San Isidro Labrador han dado paso a una multitudinaria comida popular en la plaza Mayor de la localidad donde se han servido 900 raciones de paella acompañadas de pan y limonada. Los comensales han formado una larga cola para esperar su turno y recoger los platos de arroz y a continuación han ocupado las mesas y sillas dispuestas en el centro del ágora convertido en un gran comedor gigante para esta ocasión.
La despedida de las fiestas en honor del santo labrador ha incluido por la tarde juegos e hinchables para todas las edades.