Las dos Esperanzas sevillanas, la Macarena y la de Triana, han recorrido esta noche las calles de la capital hispalense pero Peñaranda también ha vivido una esplendorosa «Madrugá» con su Virgen de la Esperanza, primera imagen mariana en llegar a la localidad en la década de los años 50 del siglo pasado. La cofradía puso en la calle importantes estrenos como la bambalina bordada delantera del nuevo paso de palio, condecoraciones militares que lució la Virgen en el fajín junto al encaje bordado del rostrillo y pechero, un incensario y varales y la carga a costal con la que los hombres y mujeres que llevan a la Esperanza ofrecieron «levantás» y momentos de gran emoción durante el recorrido. La banda de música de Almorox acompañó el desfile e interpretó la marcha «Salve, mi Esperanza» compuesta por el joven Fernando Hernández Castilla. Hubo, también, una saeta a cargo de Sinfo Arroyo en la confluencia de las calles Arenas y Ricardo Soriano.
El saludo de la Esperanza al llegar a San Luis con el Santísimo Cristo de la Agonía y la petalada en la calle la Alameda se sumaron a la Madrugada peñarandina que deja paso a un Viernes Santo con cuatro desfiles procesionales en la localidad.