Las niñas y niños del programa Crecemos de Macotera han aprovechado esta mañana de nieve para salir bien abrigados a vivir en primera persona el aprendizaje que no está en los libros, y que es totalmente sensorial y vivencial. Tocar la nieve, sentir como cae del cielo, su textura, su temperatura, mezclarla con la arena y rematar aprendiendo a través del asombro cómo la nieve se convierte en agua si la meten en el aula. Una mañana preciosa llena de momentos únicos en la que los más pequeños se lo han pasado en grande.