Más de dos décadas han pasado desde que un grupo de mujeres peñarandinas decidió celebrar en la localidad la fiesta de Santa Águeda y hacerlo, además, por todo lo alto, tomando incluso el bastón de mando de manos de la máxima autoridad municipal. Alcaldes y concejales que han ido pasando desde entonces por el Consistorio han tenido ocasión de vivir ese momento reivindicativo del papel de la mujer, aunque algunas de ellas reconocen entre risas que «ellas mandan todo el año». El vino en el porrón y las cestas y bandejas con dulces han acompañado siempre ese día en el que las aguederas rescatan de armarios y bahúles sus manteos, mandiles y mantones para lucir aún más guapas como manda la tradición.
Dos décadas dan para mucho, para ser testigos directos de la transformación de la localidad y también de la sociedad, y por supuesto, para tener siempre presentes en la memoria a las que por desgracia ya no están con ellas y que disfrutaban especialmente del día de Santa Águeda.
Tras dos años de paréntesis por la pandemia covid, las aguederas vuelven, en menor número pero con las mismas ganas de pasarlo bien, y estos días preparan ya los actos festivos que se desarrollarán en la localidad el sábado 4 de febrero cuando volverán a tomar el mando.