La huella imborrable del sacerdote Agustín Martínez Soler perdura en Peñaranda 55 años después de su fallecimiento y la Hermandad de Cofradías de la Semana Santa local ha querido recordar a su fundador como sucede desde entonces en estas fechas. El párroco, Lauren Sevillano, ha dirigido un breve responso junto al monolito dedicado a Martínez Soler junto a la puerta principal de la parroquia y a continuación ha tenido lugar la ofrenda floral. Familiares del sacerdote, amigos y representantes de las distintas cofradías que forman la Hermandad han estado presentes en este acto tras el que se ha dado paso a la eucaristía.