El parque junto al río Margañán acogió este sábado una jornada de plantación de árboles organizada por la Diputación, el Ayuntamiento y la asociación Ermita de San Blas. La actividad, enmarcada en el programa provincial Arbolar, resultó todo un éxito tras la invitación que realizaron sus promotores para que los niños, acompañados de sus padres, pudieran apadrinar un árbol y comprometer así a los más pequeños en el cuidado del medio ambiente.
Las suaves temperaturas que se vienen registrando en los últimos días ayudaron a sobrellevar las tareas más duras como las de cavar para plantar los árboles pero el resultado final fue del agrado de todos y niños y adultos disfrutaron sumando esfuerzos para reforestar el pueblo.