Tras dos años de aplazamiento por la pandemia pero con la misma ilusión ha vivido hoy en Peñaranda sus bodas de plata el sacerdote Lauren Sevillano Arroyo que en realidad son 25+2, 27 años en total. En una parroquia que poca veces puede verse completamente llena de público, no han faltado familiares, amigos, conocidos y por supuesto, fieles de las parroquias en las que ejerce el sacerdocio y otras que han tenido un marcado papel en su trayectoria pastoral como las de Pizarrales, Alba de Tormes y ahora Peñaranda.
Varios curas, casi todos ellos de la zona, entre ellos el Delegado Diocesano de Patrimonio, Tomás Gil, han acompañado a Lauren concelebrando una misa de acción de gracias que ha dado comienzo a las 14:00 horas en la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel. En una época marcada por la escasez de vocaciones religiosas, las bodas de plata de Lauren Sevillano son todo un regalo y también un ejemplo de 27 años de total entrega para llevar el mensaje de Jesucristo y estar al lado de los que más lo necesitan.
Precisamente ese carácter afable, cercano, su sentido del humor y su capacidad de mediación en determinados momentos difíciles que tampoco han faltado en este cuarto de siglo largo son virtudes que le hacen merecedor del respeto y cariño de los que le conocen y hoy ha quedado sobradamente demostrado. Una comida de confraternidad en El Ventorro ha puesto el broche a la jornada.