La calle Nuestra Señora en Peñaranda, uno de los ejes que junto a la calle del Carmen vertebran el casco urbano, ha perdido en la última década más del 80 por ciento de su tejido comercial. Su proximidad al centro de la localidad, especialmente en el tramo desde el cruce con la calle del Carmen hasta Elisa Muñoz, hizo que durante décadas fueran numerosos los comercios que ofrecían sus servicios tanto a peñarandinos como a vecinos de la comarca. A día de hoy, tras el reciente cierre de un establecimiento de moda infantil y el anunciado en próximas fechas para otro de cuadros y molduras, son ya una docena los locales vacíos a la espera de retomar su actividad y algunos de ellos llevan ya varios años cerrados. En el otro tramo de esta misma calle, desde el cruce con la calle del Carmen hasta la calle San José, la situación tampoco es mucho mejor y, al menos, hay otros ocho locales con las «persianas bajadas» como se dice popularmente.
El continuo y preocupante declive del sector comercial que siempre hizo de Peñaranda un referente para una amplia zona geográfica es, a día de hoy, uno de los problemas que hacen mella en la economía local y, a pesar de que las competencias en la materia son de la Junta de Castilla y León como recordó en el último pleno la alcaldesa, es más que evidente que se necesitan medidas para, al menos, paliar la sangría y que los comerciantes, en su gran mayoría pequeños autónomos, puedan seguir apostando por mantenerse en la localidad.