Las letras gigantes con el nombre de cada ciudad o cada pueblo están cada vez más de moda y sirven, además, como reclamo turístico en redes sociales. Visitar una localidad y hacerse la foto con el letrero se ha convertido ya en una costumbre y Peñaranda acaba de estrenar el suyo aunque con más pena que gloria a la vista del resultado que puede verse en estos momentos. El lugar elegido para el letrero «low cost» ha sido el seto que cubre la valla perimetral en los depósitos del campo de San Francisco y que se encuentra junto a la estación de autobuses y frente al centro de salud, en uno de los lugares de mayor tránsito peatonal del municipio. El interrogante que se plantea ahora es si el mural con el nombre de «Peñaranda» ya está acabado o queda aún por rematar y todo ello sobre un zócalo que lleva años sin pintarse.