El nuevo espacio de Cruz Roja en Peñaranda ha sido escenario esta tarde de un taller sobre hábitos alimentarios seguros, una actividad dirigida a toda la población. Isabel Calles, licenciada en Farmacia y voluntaria de Cruz Roja en Salamanca, ha sido la encargada de impartir la charla. España, uno de los países que tiene en su base gastronómica la Dieta Mediterránea -declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad-, es también uno de los países donde más niños y niñas, jóvenes y adultos presentan sobrepeso y obesidad. Por ello, y con el fin de promover los hábitos de alimentación saludables, sostenibles, al alcance todas las personas y de proximidad, Cruz Roja desarrolla desde 2021 su estrategia de ‘Alimentación consciente’ con actividades de sensibilización con la población y con usuarios y usuarias de la organización; con difusión de recetas de platos nutritivos; con guías de alimentación saludable para colectivos en situación de vulnerabilidad; y también con materiales educativos para la infancia y juventud.
Ser saludable no tiene que ver con las tallas. Sandrine Da Cunha, nutricionista responsable nacional del proyecto ‘Alimentación Consciente’ de Cruz Roja, subraya la importancia de “sensibilizar, pero también tener sensibilidad, porque cada persona tiene sus limitaciones y no todas sus metas deben ser sólo perder peso, sino aprender a comer bien, más consciente, más sostenible y con ello, mejorar la salud”. El sobrepeso y la obesidad pueden causar graves problemas de salud, entre ellos problemas y enfermedades cardiovasculares, la primera causa de muerte prematura en España. “Por eso muchas veces, la solución pasa por dar conocimiento, otras veces por facilitar herramientas y trucos. Pero lo esencial es ayudar a conseguir salud”, se incide desde Cruz Roja.
Principios de ‘Alimentación consciente’
1. Apuesta por un consumo de proximidad que apoye el comercio local y los pequeños productores. Comprar en mercados, tiendas de proximidad y grupos de consumo son buenas formas de potenciar el tejido económico de nuestras ciudades y barrios.
2. No compres más de lo que necesites.
3. Lee las etiquetas de los productos para conocer la composición y el origen de los alimentos. En el conocimiento está la clave de una Alimentación Consciente.
4. Comprométete a intentar hacer un consumo más ético y con un menor impacto ambiental. Reduce el consumo de productos envasados y evita el desperdicio alimentario.
5. Volvamos a la cocina. Reivindiquemos el recetario familiar, los guisos y la cuchara. Evitaremos así los productos procesados.
6. Recupera las herencias gastronómicas autóctonas y sus productos tradicionales.
7. Consume menos carne. Prioriza la calidad frente a la cantidad y la ganadería extensiva frente a la intensiva.
8. Opta por más legumbres, verduras y frutas.
9. Escucha a la naturaleza e inclínate por productos de temporada. Es bueno para nuestra salud, nuestro bolsillo y nuestro entorno.