OBITUARIO
El actual alcalde de Cantaracillo, Juan Carlos Martín, me ha comunicado esta mañana a través de whatsapp el fallecimiento de Francisco Gutiérrez Barcala, que también fue regidor de la localidad en la que siempre ha vivido y donde también ejerció como maestro. El que para mí siempre fue y será «Don Paco» forma parte de mis recuerdos de infancia cuando mi madre limpiaba el antiguo colegio comarcal y él acompañaba asiduamente a su tía, la recordada «Doña Alo», también profesora en un centro por el que pasaron numerosas generaciones de varios pueblos de la comarca.
Transcurrieron varios años y, durante mi etapa como corresponsal en el desaparecido y siempre añorado «El Adelanto», volví a reencontrame con «Don Paco» que seguía ejerciendo su profesión de maestro rural plenamente vocacional y la alternaba como alcalde de su pueblo. Cómo no recordar el día en el que logró que el famoso Padre Mundina visitara Cantaracillo y sus vecinos le brindaron un inolvidable recibimiento. Ésa y muchas anécdotas más quedarán en mi memoria.
Su pasión por la enseñanza no lo fue menos por la cultura, cronista oficial, autor de varias publicaciones, de colaboraciones en radio y en prensa, tanto escrita como digital, que le mantenían vivo y al tanto de todo lo que pasaba en estas tierras para poder transmitirlo con la sabiduría que tenía acumulada. Sus problemas de salud en los últimos años no restaron un ápice de su ilusión y afán «por seguir al pie del cañón» siempre junto a su fiel compañera, su adorada Matilde, su apoyo incondicional en los momentos buenos y en los malos y que hoy me ha llamado para recordarme el aprecio que ambos siempre me han tenido y que ha sido, por supuesto, mutuo.
Se va un gran hombre y no porque hoy sea el día de las alabanzas, como se dice popularmente cuando alguien fallece, sino porque Don Paco lo ha sido. No puedo dejar pasar, tampoco, sus crónicas dedicadas al grupo Arena del que formo parte junto a Kike y a su paisana, Chus, y que para nosotros siempre eran un esperado regalo tras nuestras actuaciones en Cantaracillo. En la última quiso incluso fotografiarse con nosotros teniendo al fondo a «la buena moza», la torre de la iglesia, que hoy acogerá su despedida aunque también se dice que «no desparece lo que muere, sino lo que se olvida» y Cantaracillo siempre recordará a su maestro, alcalde, cronista y vecino.