Paradinas de San Juan, además de la Jerusalén en miniatura que puede verse estos días en su iglesia parroquial, está viviendo este año una Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo escenificada por sus propios vecinos, con gran asistencia de público y con la intención de hacerse un hueco entre las representaciones de este tipo que se viven en distintos lugares de la provincia salmantina. Ayer, Jueves Santo, la iglesia parroquial de San Pedro, tras los oficios, fue el marco en el que el público se trasladó a la Jerusalén del año 33 dc y contempló en primera persona como fue el lavatorio de pies de Jesús a sus discípulos y la Santa Cena en la que se instituyó el sacramento de la eucaristía. Después, en la plaza, siguió el relato bíblico con el prendimiento de Jesús.