Adrián Cívicos, siendo aún un niño, empezó a sentir esa pasión por el toro bravo. En su pueblo, Palaciosrubios, soñaba con quiebros, saltos y cortes ante un astado y esa afición fue creciendo hasta que tuvo su primera oportunidad de demostrarlo en el ruedo. A «pecho descubierto» frente al toro, la valentía de los recortadores está fuera de toda duda, siempre dispuestos a colaborar de forma altruista cuando se les pide para causas solidarias y en muchos casos jugándose la vida casi «por amor al arte» porque vivir solamente de ello es imposible. Este domingo, a las 12:00 horas, Adrián Cívicos pisará el albero del coso villorejo de La Vega para participar junto a otros recortadores y maestros de la calle con el objetivo de recaudar fondos para las miles de personas que han perdido todo en la DANA.
-¿Qué supone para ti participar en el festival de Villoria?
-Para mí es un orgullo y a la vez una responsabilidad que la empresa organizadora Talento Castellano haya contado conmigo y poder poner mi granito de arena para ayudar a todas las personas que se han visto afectadas por la DANA. No me cabe duda de que será una gran jornada y el público disfrutará el evento en el coso de La Vega, en Villoria.
-Como recortador, ¿te sientes profeta en tu tierra?
-No, porque, por desgracia, en el mundo del toro hay otros factores externos.
-¿Crees que la figura del recortador está suficientemente valorada por el público?
-En mi opinión no lo está porque todo el mundo que se pone delante de un animal bravo se merece un respeto y en ocasiones, en algunas plazas se pierde.
-¿Se puede vivir de esto o es necesario tener otro trabajo?
-En mi caso, y creo que en el de la mayoría de compañeros, tenemos que tener un trabajo externo además de los concursos, muchas veces por falta de oportunidades y también por la falta de saber valorar en su justa medida a los que somos recortadores.
-¿Consideras cumplido tu sueño como recortador o aún tienes retos por cumplir?
-Sí, me considero afortunado porque sí he cumplido muchos de ellos, como por ejemplo concursar en la plaza de toros La Glorieta de Salamanca, porque soy salmantino, pero aún quedan muchos sueños por cumplir y sobre todo, muchas ganas de seguir disfrutando del mundo del toro ya que tanto nos da.