El emblemático reloj de la estación de tren en Peñaranda vuelve ya a marcar las horas y a ser referente para viajeros y vecinos que pasean por la zona tras varios meses en los que ha permanecido parado y con la esfera rota y sujeta con cinta de carrocero.
Las quejas vecinales y la denuncia hecha pública hace unos días en «Noticias A Tiempo» han dado como resultado la esperada y reclamanda intervención de Adif para solucionar el problema y acabar con la mala imagen que ofrecía el reloj destrozado.
La estación peñarandina tampoco ha recuperado la atención presencial en taquilla y los viajeros deben utilizar la máquina expendedora de billetes, comprarlos en el propio tren, o previamente en oficinas de correos o agencia de viajes. La falta de personal impide, además, que los aseos estén abiertos al público y el interior de la sala de espera aparece, además, en repetidas ocasiones lleno de suciedad y restos de bebidas tras el paso de algunos grupos de jóvenes que incluso llegan a orinar en las plantas que adornan la sala. Ayer, jueves, se produjo además un nuevo destrozo, esta vez en la cerradura de la puerta que da acceso a la sala de espera y la Policía Local tuvo que intervenir para solucionarlo momentáneamente hasta que Adif proceda a arreglar el picaporte de dicha puerta.