Las últimas lluvias han dejado impracticables varios de los caminos del futuro regadío de La Armuña fase I y convertidos en un auténtico lodazal, lo que está motivando quejas entre algunos agricultores que a diario se enfrentan a serias dificultades para llegar hasta sus fincas.
«Hemos hablado con los del canal y nos dicen que es cosa de la empresa que lo está haciendo y así llevamos aguantando casi dos años cada vez que llueve, esto no es ni medio normal, que tengamos que dejar el coche en el pueblo y venir andando porque con el coche estás expuesto a irte a la cuneta con las roderas del barrizal», explica uno de los afectados.
«Esto parece la obra del Escorial, que no va acabar nunca. Tenemos las fincas llenas de agua y de barro, no hay derecho a que el camino de Villaflores a Poveda de las Cintas esté en estas condiciones, siempre que llueve estamos así y ya es vergonzoso. Están arreglando caminos que no pasa nadie o casi nadie y éste que sí pasamos gente, cada vez que llueve es un suplicio y hay una cuesta que nos quedamos hasta atascados. Es imposible transitar con un vehículo por aquí», añade.