II EDICIÓN PREMIOS «MUJERES QUE DEJAN HUELLA»
Inés García, de Santiago de la Puebla, es toda una superviviente y una de las pacientes más antiguas del Servicio de Oncología del Hospital de Salamanca, una mujer que ha hecho frente con valentía y coraje de varios tipos de cáncer en los últimos años y es todo un ejemplo para su familia, sus amigos y todas las personas que tienen la suerte de conocerla.
-Cuéntenos un poco cómo ha sido su trayectoria de vida estos años.
-Empecé ahora va a hacer 25 años que me operaron de cáncer de mama. A los cinco años de aquello se me vino a reproducir otro tumor en el esternón y el hígado y me dieron un tratamiento de quimio y ahí fuimos, luchando para adelante. Pasados otros cinco años, volví a tener otra recaída también me dieron otro tratamiento y lo fui superando. Cada cinco años, cada tres, siempre se me aparece otra vez el cáncer y ahora es otra de esas veces, me salieron unos ganglios y también me afecta a las vértebras. En agosto tuve otra recaída, me volví a poner otro tratamiento, me hizo daño en el pulmón y estuve ingresada, me lo suspendieron y me volvieron a poner otro tratamiento, estoy con pastillas y unas inyecciones de neumoterapia. Me dieron una sesión de radioterapia porque más no me podía dar ya que las vértebras se podían partir y en estos momentos lo estoy pasando mal, muy cansada y con muchos dolores muy agresivos y me coge todo el brazo.
-A pesar de todo lo que está pasando usted sigue siendo un gran ejemplo de lucha, ¿cómo lo consigue?
-Llevo mucho y gracias a mis hijos y a mi marido que tengo mucha ayuda de ellos y mucha, mucha ayuda, mi marido ahí está siempre conmigo luchando y tirando hacia adelante.
-Incluso el personal sanitario que le trata supongo que admirará su fuerza y capacidad de supervivencia ante todo esto.
-Me dicen que soy casi la más longeva del Servicio de Oncología del Hospital. Antes cuando llevaban el historial en papel decían que casi no podían ya con ello, ahora como es todo por ordenador es distinto pero se admiran porque gracias a Dios, a ellos, y a todo el grupo porque cuando salen tratamientos nuevos me los ponen y ahí voy luchando. Ahora me está costando muchísimo, tengo 72 años y la gente me lo dice, que me admiran. Soy una persona que sigo luchando y aparte de la enfermedad en sí he tenido otros contratiempos importantes. Una vez tuve una crisis epiléptica que me dio y creo que fue un tratamiento que me hizo un poco de daño y hay otras cosas que también me han operado, me pusieron una prótesis de rodilla y estaba pendiente de otra pero la suspendí porque estaba con la quimio y no me iba a poner otro riesgo.
-Con un ejemplo de lucha como el suyo, ¿qué diría a otras personas a las que se les ha detectado esta enfermedad?
-Ante todo y sobre todo que sigan luchando, hay que tener mucha fuerza de voluntad, no quedarse en casa y salir, y ya no solo por ti, sino por la familia, por los que te rodean y los que te quieren. Yo lo hago tanto por mi marido como por mis hijos. Mi hija siempre me dice «mamá, tú nos lo pones muy fácil», porque ella me llama y le digo siempre que estoy bien. Esta mañana me sentía muy mal y pensé que no podría salir a la calle pero bueno, con unas pastillas para adelante un poco. Si puede ser no me quedo en casa y repito, ya no por mí sino también por mi familia por no hundirles.
-¿Qué tal está siendo la repercusión del premio que va a recibir el 18 de abril?
– La gente la verdad que sí me lo tienen mucho en cuenta, se admiran de mí, toda la gente me felicita y me dicen que soy una luchadora, que siga así, que no cambie nunca. Cuando se enteró la gente por la noticia en internet no dejaban de felicitarme y quiero dar las gracias, también, a José Arias que es que ha promovido esto y presentó la propuesta a estos premios.