El peñarandino Álex Marcos Torres, a sus 18 años, tiene clara su pasión por la cocina y que su futuro está entre los fogones sorprendiendo paladares, inventando texturas y creando elaboraciones que pongan en valor la gran riqueza gastronómica de nuestro país. Siendo apenas un adolescente, con sólo 12 años, ya empezó a experimentar esa afición por la Hostelería heredada de su padre, Teo Marcos (bartender) y de Helio Flores (chef), ambos de Los Álamos Laboratorio Gastronómico. Seis años después de aquellos primeros pasos y tras cursar el Grado de Cocina en la Escuela de Hostelería de Salamanca, Álex Torres da ahora un paso de gigante en su trayectoria profesional y el próximo 12 de febrero iniciará un Máster de Perfeccionamiento de Cocina en Basque Culinary Center, considerada la mejor escuela internacional de cocina y ubicada en San Sebastián. Por delante tiene desde esa fecha cinco meses de estudio y un trabajo final de máster así como un periodo de prácticas con chefs con Estrellas Michelín y que figuran entre los 50 mejores del mundo.
«Siempre he soñado con ir allí, es una grandísima oportunidad para seguir formándome y ser cocinero y a menudo miraba los cursos y másteres que imparten. Durante la pandemia participé, además, en algunas de las clases online que daban en Basque Culinary Center y que me regaló Quesos La Antigua y destacados chefs nos contaban cómo había sido su camino en este sector. Cada vez que veía la oferta formativa solía pasar que los másteres ya estaban empezados o que eran cursos a veces de un mes hasta que ahora ha surgido la opción de ir allí y he buscado el máster que mejor me conviene para lo que yo quiero hacer en un futuro», explica Álex.
Llegar a Basque Culinary Center tampoco ha sido fácil, como es de suponer, y más aún en un máster con tan sólo 18 plazas que disputan no sólo aspirantes de España sino también de otros países. «He pasado por cinco entrevistas antes de entrar en la escuela, una de carácter personal, otra con el director del máster, otra con cocineros de varios países, otra en la que te planteaban un problema de cocina y cómo solucionarlo siendo el jefe de cocina y otra de cómo resolverlo trabajando en grupo», explica el joven.
Templar los nervios y estar frente a algunos de los cocineros más importantes ha sido muy importante para un joven al que, por otra parte, no le faltan «tablas» en este mundo de los fogones. «Tener la gran suerte de acompañar a Helio Flores a charlas, cursos, ponencias, ferias gastronómicas como Madrid Fusión e incluso al Concurso Nacional de Pinchos de Valladolid me han facilitado mucho conocer a otros grandes chefs, aprender de ellos, seguir sus consejos y todo eso me ha valido también para este nuevo paso», añade.
En estos días previos y gracias a un grupo de whatsapp, Álex Marcos Torres está en contacto ya con los que serán sus compañeros en los próximos cinco meses en el País Vasco, alguno de lugares tan remotos como Argentina. «Me ha costado mucho pero lo he conseguido, esas ganas de ir, de decidir qué hacer con mi vida, de plantear mi futuro profesional, de aprende más, de conocer sitios, todo eso ya está aquí y ahora debo depender de mí mismo. Los años que llevo en esto me han servido para ver cómo funciona la vida, hay gente de mi edad que están viviendo ahora lo que yo cuando tenía 13 años. La Hostelería es un sector duro, muy sacrificado, cuando la gente está disfrutando de las fiestas tú estás a tope currando pero a la vez es muy satisfactorio. Cuando preparamos menús para ocasiones especiales como Reyes, San Valentín…y pones en marcha toda la creatividad aunque conlleve mucho trabajo, el resultado final es muy gratificante», asegura Álex.