El último derrumbe de un edificio en la calle Honda ocurrido ayer por la tarde deja hoy, miércoles, acordonada la zona con varias vallas y un estrechamiento de la calzada en una vía ya de por sí angosta, muy cercana a las plazas y en las que se han perdido temporalmente varias plazas de aparcamiento. A expensas de que los técnicos determinen qué hacer con el inmueble y mientras los vecinos temen, además, quedarse sin electricidad ya que el cableado está sujeto a una fachada que podría también venirse abajo, la solución es una vez más complicada.
El primer teniente alcalde, Fran Díaz, ha explicado hoy a NOTICIAS A TIEMPO que «se está estudiando caso a caso porque el problema es muy complejo tanto a nivel administrativo como jurídico y por supuesto que nos preocupa el estado de algunos inmuebles, situación que por cierto se repite en muchos municipios y ciudades de nuestro país, no se da solamente en Peñaranda».
Díaz ha insistido en que desde el Ayuntamiento es una problemática «que no se ha dejado en ningún momento» y que también se ha visto afectada por los sucesivos cambios en la Secretaría municipal que «han complicado las cosas» y «ojalá tuviéramos un gran departamento jurídico y administrativo en el Consistorio que pudiera encargarse de ello pero el personal es el que es».
Fran Díaz ha reiterado que «se está llamado propietario a propietario y tampoco resulta fácil porque en algunos casos es gente desvinculada hace décadas de Peñaranda, otros son de decenas de herederos y el Ayuntamiento tampoco puede asumir los costes de las ejecuciones subsidiarias de los derribos en los que suelen acabar estos expedientes de ruina porque luego es muy complicado revertir esos gastos a las arcas municipales».
Por último, Díaz reconoce, además, que hay algunos casos sobre los que se está incidiendo más por la ubicación de los inmuebles en zonas de mucho tránsito peatonal diario como es el antiguo Palacio de los Condes de Bracamonte, en la plaza de la Constitución; una casa en la plaza de Agustín Martínez Soler, otra en la confluencia de las calle Nuestra Señora y el Payo y otra en el Paseo de la Estación.