José Antonio Berrocal Tabarés es ya el hombre «milagro» de Paradinas de San Juan tras sufrir una parada cardiorrespiratoria el pasado 7 de diciembre en una oficina bancaria de Peñaranda. Sus cuatro ángeles de la guarda fueron cuatro agentes de la Policía Local de la localidad que prestaban servicio de vigilancia en el mercadillo semanal de la localidad peñarandina, ya que era jueves, y acudieron rápidamente con el desfibrilador automático que llevan en el vehículo patrulla iniciando las maniobras de recuperación con José Antonio ya inconsciente en el suelo. A todo ello se sumaron minutos después sanitarios y personal de la ambulancia del 112 con un excepcional trabajo en equipo con el que lograron salvar la vida a este paradinense.
«Fui a Peñaranda ese día a hacer unas compras y luego tenía que hacer unas gestiones en el banco y entré en la oficina y yo creo que no llevaba allí ni cinco minutos cuando me dio un soponcio y me desplomé, a partir de ahí ya no me enteré de nada», relata José Antonio Berrocal de los escasos recuerdos que le quedan de aquel día en el que literalmente volvió a nacer.
«La parada me pasó el jueves por la mañana y no fui consciente de mi persona hasta el domingo por la tarde que me sacaron de la UCI para trasladarme a planta. Pregunté a las enfermeras qué hacía yo allí y me dijeron que si no sabía lo que me había pasado a lo que les respondí que creía que me había atropellado un coche por el dolor temeroso que tenía en el pecho y en la espalda. Luego ya me contaron lo que había ocurrido», comenta.
Tras la estancia en el Hospital de Salamanca y la favorable recuperación en su domicilio a lo largo de estas últimas semanas, el pasado día 2, recién comenzado el nuevo año 2024, José Antonio Berrocal quiso volver a Peñaranda y agradecer cara a cara a los policías locales su providencial intervención. «Quise ir a saludarles y darles las gracias, estuve con dos de ellos, Eugenio y Diego, porque los otros dos estaban de vacaciones y les transmití mi agradecimiento para los cuatro», añade.
José Antonio sonríe el afirmar que «ahora celebro dos cumpleaños, el 7 de diciembre que fue el día que volví a nacer y el 21 que cumplo los 61 años». «Siempre me he dedicado a la construcción aunque llevaba ya tres años y medio sin trabajar y había empezado ahora en el Ayuntamiento porque me habían contratado para tres meses. Estaba cuidando a mi madre, que está enferma, y me dedicaba ya más a ella», explica.
Pasear por las calles de su pueblo, saludar a los vecinos y charlar con ellos de esta nueva vida que acaba de iniciar son su mejor recompensa tras la experiencia vivida y qué mejor que poder contarlo como el propio José Antonio ha hecho a NOTICIAS A TIEMPO. La fotografía con el signo de la victoria es la explicación gráfica a cómo se siente, con el ánimo de haber dado esquinazo a una muerte segura y dar ahora gracias a la vida recuperada prácticamente como un milagro.