«Tras un arranque de campaña a precios bajos de la patata para el precio que tenía en los supermercados y porque la gran mayoría de la patata se estaba exportando a Bélgica y Holanda, lo que motivo denuncias del hecho por nuestra parte, los precios se fueron recuperando, pero con la llegada del otoño, los precios han vuelto a caer al aprovechar los almacenistas que los agricultores quieren sacar las patatas de las tierras por miedo a las lluvias», aseguran desde UPA Salamanca.
El sector tiene claro que la cantidad de patatas que queda en el campo es muy escasa, dado que por la falta de agua en zonas de España y por las tormentas de mayo-junio, unido a la fuerte exportación al inicio de campaña, supone que hasta ahora no se haya comenzado el almacenaje de la patata.
Este hecho queda claro con los precios de la patata en el supermercado, donde el consumidor está pagando precios en más de un 50% del de la pasada campaña y donde las ofertas de patata sobrepasa ampliamente el euro en nuestros supermercados.
«Ante este hecho, el que la patata haya bajado con fuerzo solo se puede deber a que los pocos intermediarios y almacenistas de este sector están ganando cantidades ingentes de dinero en detrimento de quien trabaja y arriesga que es el agricultor, que con los precios de los costes de producción, en parcelas que hayan tenido poca producción, los agricultores nos denuncian que las cuentas no les salen», aseguran desde la organización agraria.
Ante este hecho, UPA pide una vez más que las administraciones, a través de la ley de la cadena alimentaria y de los instrumentos de la competencia, tome cartas en el asunto, evitando una vez más que sean los agricultores y los consumidores quienes pagan lo que ganan los intermediarios y supermercados.