Las obras del nuevo polígono industrial de Peñaranda se han reanudado hace unas semanas una vez solventados los «escollos» administrativos que obligaron a paralizar los trabajos el pasado otoño. Cabe recordar que la falta del informe preceptivo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en el proyecto del citado polígono industrial de iniciativa privada motivó la anulación de la aprobación definitiva del mismo por parte de la Junta de Castilla y León que se dio en diciembre del 2018.
La alcaldesa, Carmen Ávila, explicó en esos momentos que “en su día por parte de los técnicos municipales no se consideró necesario pedir al Ministerio el citado informe ya que los accesos al nuevo polígono no interfieren con ninguna carretera del Estado ni tampoco lo requirió la propia Junta en las distintas fases por las que pasó el proyecto para su aprobación definitiva pero ahora lo reclaman”. La regidora aseguró, además, que “desde el Ayuntamiento informamos a la empresa promotora del proyecto sobre el problema y ya ha remitido toda la documentación requerida. Creo que falta un informe de Tráfico para que el proyecto vuelva otra vez a la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de Salamanca donde deberá adoptarse, de nuevo, el acuerdo de la aprobación definitiva”.
Parece que finalmente todo el papeleo se ha resuelto favorablemente de cara a uno de los proyectos más importantes que se están gestando en la localidad peñarandina y que permitirá atraer nuevas empresas al municipio. Máquinas y operarios trabajan en la zona en función de la disponibilidad y compatibilidad con otros proyectos que está llevando a cabo la misma empresa pero son visibles ya los últimos avances. La estratégica ubicación del nuevo polígono, entre la antigua y la actual Nacional 501, y a escasa distancia del acceso a la autovía A-50 y a la carretera de Medina, es uno de los factores claves y una de las grandes ventajas que ofrece a las empresas interesadas en instalarse en la localidad. El proyecto parte en este caso de la iniciativa privada y la tramitación se ha ido gestionando a lo largo de estos años ante diversas administraciones, principalmente la Junta y el Ayuntamiento. Los empresarios que promueven el nuevo polígono industrial son los encargados de ejecutar y financiar las obras de urbanización, principalmente la creación y pavimentación de las calles, así como la distribución de las parcelas y la dotación de servicios a cada una de ellas, como son las redes de abastecimiento y saneamiento y la energía eléctrica, fundamentalmente.
La urbanización del nuevo polígono industrial conlleva la obligatoria reserva de espacios para zonas verdes y suelo dotacional, así como un 15 por ciento de la superficie total con suelo urbanizable industrial que corresponde al Ayuntamiento. En palabras de la alcaldesa, Carmen Ávila: “El suelo urbanizable industrial que gane el Consistorio con ese proyecto nos permitirá en su día enajenar las parcelas u ofrecerlas a cualquier empresa interesada en instalarse en Peñaranda porque lo más importante, sin duda alguna, es que nuestra ciudad contará, de nuevo, con suelo industrial”.