Las últimas e intensas precipitaciones en forma de lluvia siguen generando problemas en la comarca y esta vez Cantalpino se lleva la peor parte con varios invernaderos hortícolas en plena producción inundados por el desbordamiento de los arroyos. «Es una auténtica vergüenza, los cauces están llenos de mierda y la Confederación no los limpia y si piden permiso para hacerlo tardan meses en darlo y ahora nos enfrentamos a esto», comenta uno de los agricultores más afectados.
Llegar a la zona de los invernaderos y comprobar que sigue entrando el agua siembra el desánimo y la impotencia porque poco se puede hacer salvo esperar que el terreno drene, algo difícil teniendo en cuenta las previsiones meteorológicas de nuevas lluvias a partir de la próxima semana. Cientos de lechugas, literalmente flotando, son sólo un ejemplo de las consecuencias que está teniendo la borrasca. «Un par de días con agua pueden aguantar pero no mucho más porque las plantas empiezar a pudrirse y hay que tirarlo con todo el trabajo que lleva ya, los costes y las pérdidas de no poder sacarlo a la venta», añade.