Triste adiós al histórico monasterio de trinitarias de Santa María la Alta el que se está viviendo en los últimos días en Villoruela y que los vecinos contemplan en medio de una vida diaria. Las campanas que durante más de cinco siglos han tañido en el pueblo y han anunciado las oraciones de la vida conventual y las eucaristías no van a quedar mudas, como muchos temían, si no que ni siquiera van a estar como símbolo de lo que fue el monasterio porque también se han retirado hoy, junto a la veleta con el símbolo de la orden trinitaria. Desde el exterior del convento se aprecia ya la desaparición de las campanas y la veleta mientras en el interior de la capilla continúa el proceso para desmontar los retablos, embalar las piezas y proceder a su traslado hasta el nuevo destino de las monjas en la localidad toledana de El Toboso.