La aparición de cucarachas en sótanos, garajes y portales de algunos edificios ha llevado a los vecinos a alertar sobre el problema antes de que vaya a más y puedan repetirse las escenas que se vivieron en 2017 por estas mismas fechas cuando la proliferación de estos insectos se convirtió casi en una plaga.
La falta de precipitaciones agrava esta situación, tal y como sucedió también en esa época, y en la mayoría de los casos los afectados están optando ya por tomar medidas en sus propiedades con productos para eliminarlas o ahuyentarlas.
Hace cinco años, el significativo aumento de cucarachas en el casco urbano afectó sobre todo al entorno del Paseo de la Estación aunque también se detectaron cucarachas en el entorno del colegio Miguel de Unamuno y en las calles Arapiles y Carlos I, y en algunas de estas zonas ahora vuelven a aparecer.