Isabel Sacristán se convirtió ayer, con el apoyo unánime de las ocho cofradías de Peñaranda, en la nueva presidenta de la Hermandad cofrade de la localidad y en la primera mujer que ostentará este cargo en la historia reciente de la misma.
–¿Qué le ha llevado a dar el paso al frente para presidir la Hermandad?
-El afán de colaborar, de servir, de ayudar a la Hermandad. No ha sido fácil, la verdad. A la primera convocatoria no se presentó ninguna candidatura para dirigir la Hermandad. Se amplió la convocatoria con un segundo plazo y se abrió un periodo de reflexión del que surgió la necesidad de colaborar. Nosotros estuvimos dispuestos, aunque tengamos que renunciar a algunas cosas, por un tiempo, y conciliar esta labor con nuestra vida personal, laboral y familiar. Y aquí estamos, gracias al voto unanimidad de todas las cofradías que esperamos no defraudar.
–¿Qué expectativas tiene ante esta nueva etapa?
-Llegamos con la mejor disposición, para servir, no para mandar; para ayudar, para acompañar, para colaborar con todas las cofradías. Las expectativas pasan por promocionar aún más nuestra Semana Santa, que sea un buen reclamo para Peñaranda, pero sin perder de vista su significado religioso, de Iglesia. Catequesis en la calle, pero a la luz del Evangelio.
–Va a ser la primera mujer en asumir dicho cargo en más de medio siglo de historia de la citada Hermandad. ¿Qué supone para usted?
-En primer lugar, lo veo como un signo de normalidad de la presencia de la mujer en la sociedad española, a cualquier nivel. Y a título personal, es una satisfacción enorme que comparto con todas las mujeres, cofrades y no cofrades, especialmente con todas las mujeres peñarandinas. No ignoro que también supone una carga y una renuncia a algunas cosas, por un tiempo, y que tendremos que conciliar esta labor con nuestra vida personal, laboral y familiar. Intentaremos ayudar, pero también esperamos reciprocidad.
–A su juicio, ¿Cuál es el principal reto que tiene la nueva junta rectora?
-Conciliar voluntades, pueden ser las palabras que resuman un reto. Creo que ahora lo más urgente es reforzar la imagen de la Hermandad. Nosotros queremos dar imagen de unidad, de acuerdo, de alianza, hermanamiento, como lo queramos decir. También acogeremos de buen grado todas las demandas de las cofradías y de la Banda de Cornetas y Tambores, para estudiarlas con detenimiento y buena voluntad. Nuestra misión es ejecutar los acuerdos que adopte el Pleno de la Hermandad, que es el máximo órgano de gobierno, en el que están representadas las ocho cofradías. Cuando tomemos posesión del cargo, un acto previsto para el día 11 de mayo, veremos qué nos encontramos, a nivel interno. Si todo es correcto, como esperamos, pues tendremos que elaborar el Presupuesto y la Memoria Anual de Actividades. Ya tenemos varios Proyectos e iniciativas para plantear. Y como es normal, en los primeros meses tendremos que dedicar una atención especial a las tareas administrativas, al archivo, el inventario, la contabilidad, en fin, lo propio en un relevo de este tipo.
–Ustedes van a tomar el testigo en la tramitación para que la Semana Santa de Peñaranda sea declarada Fiesta de Interés Regional, ¿plantea alguna medida a mayores de la presentación en sí de la solicitud?
-Trabajaremos con el Ayuntamiento y aportaremos elementos nuevos a lo ya realizado. Tenemos información documental que abunda en la originalidad de la celebración de la Semana Santa en Peñaranda, que es uno de los aspectos que se priman en la Memoria a presentar; son aspectos que la singularizan respecto de la Semana Santa de otras localidades y creemos que pueden servir para conseguir la Declaración de Interés, algo que sería positivo para Peñaranda. Aportaremos demostraciones del arraigo popular y el valor cultural, con manifestaciones gastronómicas propias, artístico-culturales y religiosas. Y también tenemos alguna idea para mejorar la capacidad de atracción de visitantes de fuera de la región.