La esencia más pura de la charrería salmantina, como son sus capas y sus trajes típicos, han brillado hoy con luz propia en el exitoso encuentro que se ha celebrado en Macotera y que ha reunido a más de 300 participantes llegados de Béjar, Guijuelo, Cespedosa de Tormes, Lumbrales, Peñaranda, Santiago de la Puebla, Alaraz, Salamanca y otras localidades de la provincia. A las 12:30 horas, en la plaza Mayor, con la portada de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Castillo como fondo ha tenido lugar la bienvenida con una invitación a dulces típicos y aguardiente macoterano.
El alcalde de la villa, Benjamín Madrid, ha recordado cómo la idea que surgió hace unos meses se ha convertido hoy en una exitosa realidad gracias al esfuerzo de la asociación Me permito, organizadora del evento en el que han colaborado el Ayuntamiento, la cooperativa Macotera San Isidro y el grupo de dulzaineros Adobe. El diputado de Turismo, Juan Carlos Zaballos, que también ha estado presente en Macotera ha animado a «desempolvar capas y trajes charros, a que no huelan a alcanfor en armarios y arcas, y salgan de nuevo a la luz reivindicando lo nuestro». Hono Madrid, presidente de Me permito, ha agradecido por su parte a todas las personas que han hecho posible este encuentro y que les han animado a su continuidad como una de las grandes citas culturales y etnográficas de la comarca.
La riqueza y variedad de los trajes charros, desde el que ha lucido Alma, la participante más joven con 5 años recién cumplidos, hasta los que han llevado las hermanas Vicente, de Coca de Alba, han llamado la atención por su laboriosidad y las incalculables horas de trabajo que requiere su confección. Rosario Madrid, también macoterana de pro, ha vestido el traje que su abuela, Isabel Cosmes, hizo a principios del siglo XX y lo ha acompañado con el manteo que cosió Rosa Domínguez Madrid que hizo, también, trajes para varias personas y así ha querido rendirle homenaje a ambas.
El encuentro ha seguido con una misa en el templo parroquial que ha contado con el acompañamiento musical de Adobe dulzaineros y a continuación, con una visita al museo etnográfico de las Llanuras y Campiñas de Salamanca. Una comida en El Garden pondrá el broche al evento.