Visitar Peñaranda y disfrutar de su rica y variada gastronomía en uno de los grandes «templos» de la restauración como Las Cabañas es, sin duda, un plan perfecto en el que no debe faltar en el menú el cochinillo asado al horno de leña de encina. El plato estrella que durante décadas da merecida fama a la localidad peñarandina está ahora al alcance de cualquier paladar gracias a la venta con envío a domicilio que acaba de poner en marcha Las Cabañas y que tiene el éxito asegurado. Siguiendo la receta centenaria de la abuela Pepa, cien por cien natural con cochinillo, agua y sal, envasado al vacío y refrigerado a una temperatura entre 2 y 7 grados para mantener intactas sus cualidades, el cochinillo de Las Cabañas llega ahora a casa con el máximo sabor y calidad garantizados.
En tan sólo 30 minutos, el cochinillo estará listo para deleitar a los comensales con un modo de preparación tan sumamente sencillo como retirar el envoltorio de plástico del producto, precalentar el horno a 200 grados centígrados en función cocción convencional y depositar el cochinillo con al piel hacia arriba en una bandeja o cazuela apta para horno. Una vez introducido el cochinillo a una temperatura de 180 grados hay que dejarlo durante 25-30 minutos y comprobar si la piel está crujiente (si se considera que le falta un punto, dejar durante un par de minutos más en el horno). Sacar del horno, trocear y disfrutar es lo que resta en esta experiencia culinaria que, a buen seguro, dejará a todos con ganas de repetir. En función del número de comensales se puede optar, además, por comprar medio cochinillo o entero.
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El restaurante “Las Cabañas”, de Peñaranda de Bracamonte es el reflejo de la historia gastronómica iniciada en 1885 hasta la actualidad. Se trata de un restaurante familiar, que actualmente tiene a la cuarta generación al frente. Con el paso del tiempo ha ido evolucionando, incorporando nuevas recetas e instalaciones con el fin de satisfacer las necesidades de los clientes, sin perder la tradicionalidad y la dedicación que ello conlleva.
En la última parte del siglo XIX, Peñaranda de Bracamonte constituía el nexo de comunicación entre las dos Castillas y Extremadura. Un hervidero de gentes que llegaba y transitaba en carros y mulas a vender sus productos. Fue entonces cuando Leandra Jiménez “la Cabañas”, guisandera del pueblo a la que llevan la apertura de un fogón frente la Iglesia del pueblo debido a la importante afluencia de mercaderes. Las especialidades eran la perdiz roja estofada y tostón cuchifrito. Posteriormente de sus tres hijos (María, Casimiro y Josefina ) es esta última quien hereda el negocio.
Josefina, conocida por Pepa toma las riendas del negocio a principios del S.XX, momento en el que transcurren sucesos importantes como la Primera Guerra Mundial (1914-1918). A pesar de las dificultades mejoran las instalaciones de la taberna, así como reconocimiento y admiración por parte de la clientela gracias a guisos como el bacalao al ajoarriero, las perdices escabechadas y el lechazo asado, que hoy en día siguen siendo platos destacados.
A lo largo de la Guerra Civil (1936-1939) Las Cabañas se convierte en el establecimiento popular entre militares alemanes de buena mesa en años en los que escaseaba el hospedaje. Momento en el que también los víveres eran tan limitados; sin embargo, a base de esfuerzo y trabajo el local consiguió sobrevivir y seguir adelante. Tras la finalización del conflicto bélico, se trasladan a un local más moderno con capacidad entre 40 y 50 comensales. Es en ese momento cuando se ayuda de sus hijas para seguir adelante, Petra, Antolina, Leandra y María. De esta época destaca la tortilla riojana, las lentejas con perdiz, las judías con chorizo y la paella.
Este local, de reciente construcción y ubicado en pleno centro del pueblo (C/Salvador Gómez de Liaño 10) será dirigido por María, la pequeña de los hermanos dirigiendo los fogones, y con ayuda de Leandra (posteriormente casada) y Petra hasta que esta última cae enferma. Los tiempos cambian, y la restauración debe acomodarse a ellos para atender las nuevas exigencias de los clientes. Las Cabañas cambiaron de nuevo su ubicación, a la Calle del Carmen 14 , su emplazamiento actual.
A mediados de los años 60, María tiene dos hijos, Gerardo y Manuel. Actualmente, están al frente del negocio ambos hermanos, siguiendo una cocina fundamentada en platos tradicionales; judiones del barco con chorizo, cocochas de merluza al Pil Pil, cochinillo asado al horno de leña, cordero lechal asado, …” No obstante, el talento de Gerardo en la cocina ha permitido incorporar cortes más innovadores como los puerros rellenos de piñones asados, medallón de foie a la mermelada de cebolla con pan de pasas, hojaldre de manitas deshuesadas, solomillo al jugo de trufa y río viejo, … así como los postres y la incorporación de la bodega que cuenta con prácticamente todas las D.O nacionales predominantemente la de Ribera del Duero y la Rioja; Cavas catalanes, champagne francés, vitolas..
En 2005, “Las Cabañas” dispone del edificio anexo de un hotel tres estrellas con 23 habitaciones, una nueva oportunidad de negocio donde así poder aumentar los servicios al consumidor y satisfacer aún más la experiencia de sus clientes. La cocina de Gerardo se complementa con la parte de sala que lleva Manuel, su protocolo y la gestión de eventos.
A pesar de llevar cientos de años realizando banquetes dan un enorme salto con la Finca el Ventorro en el año 2009, donde se fusionan las increíbles instalaciones; inmensos jardines, amplios salones, zonas de baile con la gastronomía más pura y tradicional. Se trata de un entorno idílico que permite disfrutar en armonía todos los detalles.
‘Las Cabañas’ forma parte de la historia gastronómica del país, si bien es a partir de la década de los sesenta del siglo pasado, coincidiendo con el traslado a su ubicación actual, cuando se convierte en uno de los restaurantes favoritos de personalidades como Camilo José Cela, Torrente Ballester, Mingote, Forges, Carlos Herrera, José María García, Felipe González, Adolfo Suárez, Manuel Fraga, Manuel Benítez ‘El Cordobés’, Santiago Martín «El Viti», José Luis Perales, Tino Casal, Amancio Prada o Don Juan de Borbón, por citar solo unos pocos.