Un año más y ya van 57 desde su fallecimiento, el recordado sacerdote Agustín Martínez Soler sigue vivo en la memoria de los peñarandinos y en la de la Hermandad de Cofradías que él fundó y que ha querido recordarle ante su monolito en la plaza que lleva su nombre. Tras un breve responso, se ha realizado una ofrenda floral y a continuación, se ha oficiado una misa funeral en su memoria. Representantes de las juntas de gobierno de varias cofradías y su presidente, Moisés Pérez, han participado en dichos actos.