l Día Mundial de las Aves Migratorias es una campaña anual de sensibilización y divulgación que pone de relieve la necesidad de conservar las aves migratorias y sus hábitats. Cada año se celebra siempre el segundo sábado de los meses de mayo y octubre, siendo una forma de reflejar la naturaleza cíclica de la migración de las aves, así como el hecho de que existen distintos periodos de máxima migración en los hemisferios norte y sur. Cada año se selecciona un lema que ayuda a centrar la atención sobre las amenazas a las que se enfrentan las aves migratorias, su importancia ecológica y la necesidad de cooperación internacional para conservarlas.
Este año, y bajo el lema de ‘Protege los insectos, protege las aves’, se destaca el papel que juegan los insectos en la conservación de las poblaciones de aves migratorias. Presentes en casi todos los ecosistemas del mundo, los insectos son fuentes esenciales de alimento para las aves migratorias en sus largos viajes. Las aves migratorias a menudo programan sus migraciones para que coincidan con la abundancia de insectos. Dependen de estos insectos para alimentarse durante sus paradas migratorias, para tener éxito reproductivo y para alimentar a sus crías.
Sin embargo, en los últimos años, las poblaciones de insectos están disminuyendo, y, relacionado con ello, el declive de las especies de aves migratorias que dependen de los insectos para sobrevivir. La deforestación, la agricultura industrial, el uso excesivo de pesticidas, la contaminación lumínica y el cambio climático son los principales factores de amenaza que agravan esta situación.
Conocer para conservar: seguimientos mensuales de aves acuáticas migratorias
Las aves acuáticas migratorias forman parte del rico patrimonio natural de Castilla y León. Este grupo faunístico hace uso de la red de ecosistemas acuáticos presentes en la Comunidad, donde se alimentan y descansan, antes de continuar el largo viaje a través de sus rutas migratorias entre Europa y África. Muchas de estas zonas húmedas, en concreto 297, están incluidas en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial, aprobado en 1994 y ampliado en 2001, otorgando a estos humedales un reconocimiento y régimen de protección que permita su conservación. Además, dos de ellos, La Laguna de La Nava, en la provincia de Palencia y las Lagunas de Villafáfila, en la provincia de Zamora, están incluidos en la Lista Ramsar, figura de protección internacional declarada para la conservación del hábitat de aves acuáticas.
Este grupo de especies son consideradas bioindicadoras, siendo su estudio y seguimiento una herramienta clave para conocer la evolución del estado de conservación de las zonas húmedas que utilizan y detectar detectar posibles presiones y amenazas que estén actuando sobre ellas. De igual modo, la información recogida permite proponer recomendaciones de uso y gestión eficaces, a corto y medio plazo de estos espacios naturales.
Además, se obtiene una imagen dinámica de cada una de las principales especies de aves acuáticas migratorias a nivel autonómico y contribuye a revelar la importancia que tienen las diferentes zonas húmedas de la comunidad para la conservación de las rutas migratorias identificando zonas de importancia de parada y descanso para las aves.
El aspecto más relevante de este programa es su capacidad para proporcionar tendencias de poblaciones de aves a largo plazo, mediante la recogida de datos de forma estandarizada: recuentos efectuados con la misma metodología y en los mismos sitios cada año. De esta forma, se dispone de información sobre la evolución de las poblaciones de aves acuáticas y su estado de conservación, teniendo en cuenta que esta información es crucial para su gestión.
En Castilla y León es la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio la encargada de coordinar y realizar este seguimiento que está enmarcado dentro del Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León, y en el que participan agentes medioambientales, celadores de Medio Ambiente y técnicos de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente, junto con el apoyo de personal técnico de la Fundación del Patrimonio Natural.
Seguimiento de humedales
Desde hace décadas se viene realizando el seguimiento mensual de algunos de los humedales más relevantes de la Comunidad como las Lagunas de Villafáfila en Zamora y varios humedales de Tierra de Campos en Palencia o en el embalse de San José en Valladolid. Además, desde hace años se lleva a cabo el seguimiento mensual coordinado de las aves acuáticas migradoras en determinados humedales seleccionados en cada provincia: la laguna de El Hoyo (El Oso), el embalse del Rincón y el embalse de Serones-Río Voltoya, las balsas de riego de Magazos y Las Cogotas en Ávila, la laguna de Atapuerca y las lagunas de Bárcena (Gayangos) en Burgos; la laguna de Santiz y el balsón de Santa Marina en León; la laguna de La Nava, la laguna de Boada de Campos y la laguna de Pedraza en Palencia; el Azud de Riolobos, la laguna de El Cristo, las lagunas de La Cervera y de La Zarza en Salamanca; las lagunas de Cantalejo en Segovia; el embalse de Monteagudo de las Vicarías y de la Cuerda del Pozo en Soria; el embalse de San José (Castronuño) en Valladolid; y las Lagunas de Villafáfila en Zamora.
En los seguimientos realizados durante el pasado año 2023 se contabilizaron un total de 182.646 ejemplares de aves acuáticas pertenecientes a 83 especies, detectándose especies migratorias escasas por el interior peninsular como los correlimos tridáctilos o las agujas colipintas o especies más comunes y numerosas como los correlimos comunes o los chorlitejos grandes. Todas ellas utilizan estas zonas húmedas como zonas de parada y alimentación para continuar sus largos viajes hacia sus zonas de reproducción en latitudes más norteñas o hacia sus zonas de invernada al sur del desierto del Sáhara. Por otro lado, unas pocas de ellas pasan el invierno en distintos lugares de África, y con la llegada de la primavera se desplazan para reproducirse en los humedales de Castilla y León como las abundantes cigüeñuelas y avocetas o las más escasas pagazas piconegras o las garzas imperiales. Y, por último, un grupo llega a nuestras latitudes para pasar el invierno como es el caso de los ánsares comunes y las grullas comunes presentes en los humedales de Tierra de Campos.
Los humedales más importantes por número de ejemplares detectados han sido las Lagunas de Villafáfila en Zamora con 68.912 ejemplares de 67 especies, el azud de Riolobos en Salamanca con 36.888 ejemplares de 54 especies, los humedales de La Nava (17.687 ejemplares de 53 especies) y Boada de Campos (15.429 ejemplares de 49 especies) en Palencia, la laguna de El Oso en Ávila con 11.534 ejemplares de 46 especies, el embalse de San José (Castronuño) en Valladolid con 4.799 ejemplares de 30 especies y el embalse de la Cuerda del Pozo con 4.158 ejemplares de 31 especies.
Las cinco especies más abundantes fueron el ánade azulón (57.209 ejemplares), la cerceta común (20.227 ejemplares), la avefría europea (14.724 ejemplares), el cuchara europeo (12.251 ejemplares) y la focha común (8.906 ejemplares) que representan alrededor del 62 % del total de los ejemplares censados durante el año 2023. Por otra parte, se detectaron especies poco habituales como el charrán común o la canastera, así como especies raras o accidentales como la cerceta aliazul, con una observación puntual de un ejemplar en las lagunas de Villafáfila.
El Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León
En el marco de la planificación y la gestión de los lugares incluidos en la Red Natura 2000 se viene desarrollando el Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León, que aborda principalmente el seguimiento y evaluación del estado de conservación de los hábitats de interés comunitario y las especies incluidas en la Directiva Aves, la Directiva Hábitats, el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. El número total de especies objeto de seguimiento se sitúa en 323 taxones de fauna en Castilla y León, lo que da idea de la magnitud del programa regional de seguimiento de fauna protegida.
Durante este año 2024 la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León ha continuado con el trabajo de seguimiento de los siguientes grupos de especies: aves acuáticas (invernantes y migradoras), ardeidas (garzas y especies afines), aves galliformes (urogallo cantábrico y perdiz pardilla) aves forestales amenazadas (águila imperial ibérica, cigüeña negra, buitre negro y milano real reproductor e invernante), aves esteparias (avutarda, ganga ibérica y ganga ortega, sisón, aguilucho cenizo, aguilucho pálido y cernícalo primilla), aves rapaces rupícolas (águila perdicera, buitre leonado, alimoche, águila real y halcón peregrino), aves rapaces diurnas no amenazadas, mesomamíferos carnívoros, oso pardo cantábrico, lobo ibérico y cangrejo de río.
El seguimiento del estado de conservación de las diferentes especies que habitan en Castilla y León es necesario para dar respuesta a las obligaciones comunitarias derivadas de las directivas Hábitats y Aves, que obligan a los países miembros a informar cada seis años a la Comisión de la Unión Europea sobre el estado de conservación de los taxones de interés comunitario incluidos en los anexos de la Directiva Hábitats y sobe todas las especies de aves silvestres de presencia regular en cada país miembro.
Para más información de estos seguimientos se puede visitar la web institucional de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León:https://medioambiente.jcyl.es/web/es/medioambiente/medio-natural/monitorizacion-estado-conservacion-biodiversidad.html
Actividades en las Casas del Parque y Centros Temáticos de la Red de áreas naturales protegidas
La Red de áreas naturales protegidas (RANP) celebra durante este fin de semana el Día Mundial de las Aves Migratorias con actividades en varios espacios naturales protegidos de la Comunidad.
De la mano de los educadores ambientales se dará a conocer a los asistentes el mundo de las aves, se explicarán las amenazas a las que se enfrentan estas especies y su importancia ecológica.
La casa del parque ‘Pinos Cimeros’ en el parque regional Sierra de Gredos (Ávila) ha organizado para el sábado 12 de octubre un taller de educación ambiental para conocer la importancia de los insectos para las aves migratorias.
La casa del parque natural de las Batuecas-Sierra de Francia (Salamanca) ha organizado para el día 13 de octubre diferentes actividades para conocer las aves de la zona.
En la reserva natural Riberas de Castronuño-Vega del Duero (Valladolid), el sábado 12 de octubre en horario de mañana se instalará un punto de observación que contará un monitor, con diversos materiales ópticos y guías de campo con los que ayudar a los asistentes a introducirse en el mundo de las aves presentes en el humedal durante esta época migratoria.
El sábado 12 de octubre en el parque natural Arribes del Duero, la casa del parque ‘Convento de San Francisco’ en Fermoselle (Zamora) ha organizado el taller medioambiental ‘Las tres mosquiteras, tus aves aliadas’.
En la reserva natural de las Lagunas de Villafáfila (Zamora), se han programado varias actividades relacionadas con las aves migratorias. El viernes 11 de octubre se habilitará un punto de observación de aves con monitor, el sábado 12 de octubre se realizará un taller de iniciación a la observación de aves y por último el 14 de octubre se realizará un taller de anillamiento científico de pequeñas aves migratorias.
Todas ellas son actividades gratuitas, y que requieren inscripción previa en la casa del parque correspondiente.
Para más información de estas actividades se puede visitar la web y redes sociales de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, encargada de la gestión de las Casas del Parque y Centros Temáticos de la Red de espacios naturales de Castilla y León. www.patrimonionatural.org