Dos ganaderos de la comarca de Peñaranda de Bracamonte, concretamente del municipio de Alaraz, han sufrido ataques de lobo en sus explotaciones de ganado ovino durante el pasado fin de semana. El primero de ellos, sufrió el ataque el pasado viernes día 6, cuando su rebaño se encontraba en el término municipal de Alaraz, saldándose con 4 ovejas muertas y otras 9 con mordeduras en cuello y patas, que difícilmente volverán a ser productivas. En la tarde del día siguiente, sábado día 7, otro ganadero del mismo municipio, pero este con su rebaño en el término municipal de Santiago de la Puebla, alertó a la patrulla medioambiental del lobo, sobre el sufrimiento de otro ataque, en el que el lobo dejó a su paso otras 10 ovejas muertas y 6 ovejas gravemente dañadas. Ambos ataques fueron certificados por los agentes medioambientales como ataques de lobo.
Este aumento del nivel de ataques de lobo en las explotaciones ganaderas de la provincia viene completamente condicionado desde el momento en el que este animal fue incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, allá por el año 2021; y se ha traducido en una situación de totalmente indefensa por parte de los ganaderos, que ven peligrar la viabilidad de sus explotaciones, unido al sinvivir diario de la incertidumbre de lo que se van a encontrar al día siguiente en sus explotaciones.
Por ello, desde la Unión de Campesinos de Castilla y León han denunciado «la desprotección de los ganaderos frente a estos ataques, además de que no solo la indemnización por el daño es la solución, y si un control más exhaustivo de la población del lobo y que se sea consciente de el peligro para la supervivencia de este sector en las actuales condiciones».